lunes, 27 de septiembre de 2010
Plutarco Elias Calles.
Francisco Plutarco Elías Campuzano,[3] mejor conocido como Plutarco E. Calles,[2] el «Jefe Máximo de la Revolución», (Guaymas, Sonora; 25 de septiembre de 1877 – Ciudad de México, Distrito Federal; 19 de octubre de 1945) fue un pedagogo, militar y político mexicano que se desempeñó como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos en el cuatrienio de 1924 a 1928; figura clave en la historia de México.
Hijo de un burócrata alcohólico venido a menos, su madre murió cuando tenía tres años y quedó bajo la tutela de sus tíos maternos en Hermosillo.[1]
Trabajó como cantinero, administrador de un hotel en Guaymas, en un molino en Fronteras, periodista, y maestro e inspector de escuelas. En 1911 fue nombrado comisario de Agua Prieta, donde sofocó un levantamiento magonista. En 1912 se sumó a las fuerzas del gobierno de Francisco I. Madero para enfrentar la rebelión de Pascual Orozco. A la caída de Madero, en 1913 se unió al constitucionalismo encabezado por Venustiano Carranza y estuvo bajo el mando de Álvaro Obregón. Al finalizar la lucha contra Victoriano Huerta, enfrentó con éxito los ataques de Francisco Villa a Sonora, desde Agua Prieta.
En 1915 fue nombrado gobernador interino de Sonora. Después fue nombrado secretario de Fomento y Trabajo en el gabinete del presidente Venustiano Carranza. En 1920 se adhirió a la campaña electoral de Álvaro Obregón. Al triunfar el Plan de Agua Prieta, ocupó la Secretaría de Guerra en el gobierno de Adolfo de la Huerta y posteriormente la de secretario de Gobernación en el gobierno de Obregón.
Favorito de Obregón, en 1924 es elegido presidente de la República. Durante su gobierno creó el Banco de México, ordenó la construcción de carreteras, creó la primera línea aérea, fundó los bancos Ejidal y Agrícola, restauró la Escuela de Agronomía de Chapingo y fundó la Escuela Médico-Veterinaria, construyó presas, sistemas de riego y numerosas escuelas rurales. Durante su mandato también se inicia la llamada Guerra Cristera debido, entre otras cosas, al artículo 27 de la Constitución y porque la iglesia debía registrarse para poder ser oficial y pagar cuota al gobierno. Calles hizo cumplir dichas medidas por medio de la fuerza, lo que agravó el conflicto, que no terminaría hasta 1929.
Álvaro Obregón se reeligió como presidente de México y, durante la celebración de su triunfo, fue asesinado en 1928. Es importante destacar que, en un contexto que era propicio para que Calles extendiera su mandato, él optó por iniciar lo que llamó en su último informe de Gobierno, "la etapa de las instituciones" (de la Revolución mexicana). Gracias a ello, se procedió conforme a lo dispuesto por la Constitución por lo que el Congreso de la Unión designó presidente interino a Emilio Portes Gil, quien convocó a nuevas elecciones para 1929.
El mensaje ante el Congreso no dejaba de ser, sin embargo, una paradoja en sí mismo, pues si bien Calles hablaba de la necesidad de dejar de ser un país de caudillos para convertirnos en un país de instituciones, él mismo se convirtió en un caudillo arquetípico.
El 4 de marzo de 1929, Calles funda el Partido Nacional Revolucionario (PNR) antecesor del PRI. Este partido nació como una federación de partidos políticos regionales, grupos políticos diversos, generales y caudillos sobrevivientes de la lucha armada.
El primer candidato presidencial del PNR fue Pascual Ortiz Rubio, quien resultó electo presidente en 1929. Desde entonces hasta su expulsión del país en 1936, Plutarco Elías Calles jugó un papel clave en el manejo de la política en México. Entonces se le conoció como el Jefe Máximo de la Revolución y esta época se conoció como el Maximato (1928-1934). En 1932, Pascual Ortiz Rubio renuncia a la presidencia, luego de no soportar la injerencia de Calles en su administración. En su lugar es nombrado presidente interino el general Abelardo L. Rodríguez, quien se ocupa de los asuntos administrativos, y Calles de la política nacional. En esta época se modifica el artículo 3 de la Constitución para la enseñanza de la educación socialista.
Hijo de un burócrata alcohólico venido a menos, su madre murió cuando tenía tres años y quedó bajo la tutela de sus tíos maternos en Hermosillo.[1]
Trabajó como cantinero, administrador de un hotel en Guaymas, en un molino en Fronteras, periodista, y maestro e inspector de escuelas. En 1911 fue nombrado comisario de Agua Prieta, donde sofocó un levantamiento magonista. En 1912 se sumó a las fuerzas del gobierno de Francisco I. Madero para enfrentar la rebelión de Pascual Orozco. A la caída de Madero, en 1913 se unió al constitucionalismo encabezado por Venustiano Carranza y estuvo bajo el mando de Álvaro Obregón. Al finalizar la lucha contra Victoriano Huerta, enfrentó con éxito los ataques de Francisco Villa a Sonora, desde Agua Prieta.
En 1915 fue nombrado gobernador interino de Sonora. Después fue nombrado secretario de Fomento y Trabajo en el gabinete del presidente Venustiano Carranza. En 1920 se adhirió a la campaña electoral de Álvaro Obregón. Al triunfar el Plan de Agua Prieta, ocupó la Secretaría de Guerra en el gobierno de Adolfo de la Huerta y posteriormente la de secretario de Gobernación en el gobierno de Obregón.
Favorito de Obregón, en 1924 es elegido presidente de la República. Durante su gobierno creó el Banco de México, ordenó la construcción de carreteras, creó la primera línea aérea, fundó los bancos Ejidal y Agrícola, restauró la Escuela de Agronomía de Chapingo y fundó la Escuela Médico-Veterinaria, construyó presas, sistemas de riego y numerosas escuelas rurales. Durante su mandato también se inicia la llamada Guerra Cristera debido, entre otras cosas, al artículo 27 de la Constitución y porque la iglesia debía registrarse para poder ser oficial y pagar cuota al gobierno. Calles hizo cumplir dichas medidas por medio de la fuerza, lo que agravó el conflicto, que no terminaría hasta 1929.
Álvaro Obregón se reeligió como presidente de México y, durante la celebración de su triunfo, fue asesinado en 1928. Es importante destacar que, en un contexto que era propicio para que Calles extendiera su mandato, él optó por iniciar lo que llamó en su último informe de Gobierno, "la etapa de las instituciones" (de la Revolución mexicana). Gracias a ello, se procedió conforme a lo dispuesto por la Constitución por lo que el Congreso de la Unión designó presidente interino a Emilio Portes Gil, quien convocó a nuevas elecciones para 1929.
El mensaje ante el Congreso no dejaba de ser, sin embargo, una paradoja en sí mismo, pues si bien Calles hablaba de la necesidad de dejar de ser un país de caudillos para convertirnos en un país de instituciones, él mismo se convirtió en un caudillo arquetípico.
El 4 de marzo de 1929, Calles funda el Partido Nacional Revolucionario (PNR) antecesor del PRI. Este partido nació como una federación de partidos políticos regionales, grupos políticos diversos, generales y caudillos sobrevivientes de la lucha armada.
El primer candidato presidencial del PNR fue Pascual Ortiz Rubio, quien resultó electo presidente en 1929. Desde entonces hasta su expulsión del país en 1936, Plutarco Elías Calles jugó un papel clave en el manejo de la política en México. Entonces se le conoció como el Jefe Máximo de la Revolución y esta época se conoció como el Maximato (1928-1934). En 1932, Pascual Ortiz Rubio renuncia a la presidencia, luego de no soportar la injerencia de Calles en su administración. En su lugar es nombrado presidente interino el general Abelardo L. Rodríguez, quien se ocupa de los asuntos administrativos, y Calles de la política nacional. En esta época se modifica el artículo 3 de la Constitución para la enseñanza de la educación socialista.
El maximato
El maximato fue un periodo histórico y político dentro del desarrollo de México que va de 1928 a 1934. Este período debe su nombre a Plutarco Elías Calles, quien era conocido como El jefe máximo de la Revolución. Elías Calles sólo fue presidente en el periodo 1924-1928, pero en los seis años siguientes, se sucedieron tres presidentes, todos ellos subordinados en menor o mayor medida a los intereses y políticas del ex presidente. Los presidentes, y sus respectivos mandatos, son:
Este periodo está inscrito pues, en un momento de gran agitación social y política. El período mismo habría de comenzar con un magnicidio. Aunque formalmente, la Constitución mexicana prohibía la reelección del presidente de la república, la Carta Magna se reformó para que Álvaro Obregón fuera elegido para ocupar dicho cargo, luego de haberlo ocupado de 1920 a 1924. Este acontecimiento significó mucho más que el asesinato de un presidente electo, pues la muerte de Obregón (quien era sin duda la figura política más prominente del país), obligó al reposicionamiento de los actores políticos que buscaban llenar el vacío que se había creado.
Así, el poder recayó de forma natural en el presidente saliente, Plutarco Elías Calles. Éste, al ver los efectos de la estrategia reeleccionista de Obregón (asesinado por José de León Toral), decidió ejercer el poder de forma indirecta, detrás de gobernantes débiles.
- Emilio Portes Gil (1928-1930), designado por el Congreso para sustituir al presidente electo Álvaro Obregón, asesinado antes de asumir el cargo.
- Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), electo para completar el periodo.
- Abelardo L. Rodríguez (1932-1934), sustituto de Ortiz Rubio quien renunció al cargo.
Inestabilidad y grandes cambios marcaron la tercera década del siglo XX en México. En muchos sentidos, los años veinte representaron para México la disolución definitiva de las prácticas vigentes durante el porfiriato y un paso definitivo hacia la consolidación de un sistema político cuya vigencia culminaría 70 años después.
Para entender el periodo conocido como Maximato es necesario situarse en el convulso contexto marcado, en un sentido por el final de la Revolución mexicana (1910 a 1921), las consecuencias desastrosas para la economía mundial de la crisis de 1929, y los efectos de la así llamada Guerra Cristera (también conocida como guerra de los cristeros o cristiada) (1926-1929).Este periodo está inscrito pues, en un momento de gran agitación social y política. El período mismo habría de comenzar con un magnicidio. Aunque formalmente, la Constitución mexicana prohibía la reelección del presidente de la república, la Carta Magna se reformó para que Álvaro Obregón fuera elegido para ocupar dicho cargo, luego de haberlo ocupado de 1920 a 1924. Este acontecimiento significó mucho más que el asesinato de un presidente electo, pues la muerte de Obregón (quien era sin duda la figura política más prominente del país), obligó al reposicionamiento de los actores políticos que buscaban llenar el vacío que se había creado.
Así, el poder recayó de forma natural en el presidente saliente, Plutarco Elías Calles. Éste, al ver los efectos de la estrategia reeleccionista de Obregón (asesinado por José de León Toral), decidió ejercer el poder de forma indirecta, detrás de gobernantes débiles.
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